LO QUE VIENE REQUIERE ENSAMBLAJE

A dos meses de un nuevo 8 de Marzo en Amsterdam como migrante, me encuentro recién procesando la magnitud de lo que se construye cuando es colectivo. 
Soy parte del grupo Feministas en Holanda y ese primer 8M 2019, en vez de estar marchando en nuestros territorios natales, nos vimos en la tarea de inventar nuevas formas de protestar. Es decir, entender que no en todos lados se entiende esa palabra de la misma manera. 

Nos encontramos con una pared rosa de cristal, recibiendo flores mientras suena de fondo “Who runs the world? Girls…”. Digamos que fue una gran oportunidad para conocer el territorio en el que nos íbamos a mover en la militancia. Experimentar una marcha por una ciudad casi en silencio, sin cantos, ni bombos, ni megáfonos, por ejemplo. Sin gente enojada, indignada, convencida del acto de protestar, que increíblemente todavía se confunde con “festejar”. 

El feminismo es flexible e ingenioso. Utiliza muchas veces los cuchillos que le lanzan para cortar prejuicios, ataques y ofensas. Sabemos de reinventarnos. Una y otra vez. En nuestro caso en particular, militar un feminismo decolonial en un país europeo es tan literal como filosófico. 
El año pasado quedó a la vista la presencia latinoamericana por las calles de Amsterdam, aún cantando solo gritando arengas en español y haciendo algo de percusión golpeando con un selfie-stick una caja de zapatos tirada por la calle. 

Sin embargo, este año viví la verdadera unión entre desconocidxs que deviene de las causas comunes. Vi nacer un grupo de percusión improvisado, con pocos instrumentos y algunos hasta hechos en casa, como una revancha casi personal después de la caja de zapatos. La pasión y el ritmo latino tiene mucho que decir en este territorio. Hizo de estandarte de un feminismo contundente, ruidoso, furioso y divertido. Las mujeres del sur haciendo ruido en el norte, una fuerza ancestral de los pueblos que reclaman y luchan. 

Un cancionero de arengas feministas viaja desde el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias en La Plata, hasta Países Bajos. 
Nené Moné, feminista y percusionista de Chile migrante en Amsterdam, llama a una convocatoria abierta para formar un pequeño grupo de percusion. Deseo que comenzó a gestarse desde el dolor y la impotencia por la brutal represión al pueblo Chileno en pleno estallido social. 
Un grupo de percusión que surja desde la necesidad de representación en Amsterdam para la huelga feminista del 8 de marzo, pero que permanezca como espacio de contención, formación y comunidad. 

En dos meses el grupo auto-convocado de no-percusionistas aprende de instrumentos y a seguir un ritmo. 
En dos semanas el cancionero entero se traduce al ingles, reversionando cada arenga, rima y ritmo, incorporando a “la fiesta de la mujer” palabras claves como capitalismo, sistema, patriarcado, disidencias…. La búsqueda es clara: no venimos a animar la fiesta rosa, sino que los tambores vibren en un mensaje de protesta claro y sin vueltas. 

No falla la coreo de “se va a caer”… pero tal vez era necesario gritar un “is gonna fall” y que la intención nos abrace sin barreras. Una invitación abierta, pluricultural, que busca interpelar mas allá de los lenguajes y nacionalidades. 

Hemos decidido conquistar nuestra libertad y nuestros derechos en cualquier parte del mundo en que nos encontremos. Hemos entendido que la INCLUSION no es adaptabilidad, sino un llamado a UNIRNOS. 

Hoy vivimos una situación a nivel global que nunca antes habíamos visto. Tenemos claro que a la realidad tal como nos era dada, no volvemos mas. 
LO PERSONAL ES POLITICO, decimos como bandera las feministas. Desde nuestra intimidad y subjetividad mas profunda, que es donde se da la verdadera deconstrucción, sigue su camino hacia lo político, hacia lo social y colectivo, hacia lo comunitario. Desde la impotencia, la frustración, la opresión, la bronca y todos los puntos que nos unen, nos engarzamos como en un antiguo telar y así avanzamos en red. Unidas. 

Este 8 de Marzo -solo un par de días antes de que se declararan las medidas de distanciamiento social por el covid-19 en Holanda- las mujeres y disidencias salimos con nuestros tambores a las calles con una organización que partía desde lo absolutamente personal. En nuestras tierras nosotras luchamos así, a los gritos, porque nos están matando. Y seguiremos haciéndolo, tejiendo redes con mas compañerxs mas allá de cualquier frontera para trabajar juntxs y pensar alternativas feministas a todo lo que queremos derrumbar.

Este es un momento clave. Lo que viene requiere ensamblaje. Mas allá de cualquier partido político y bandera. Los pueblos y sectores oprimidos e históricamente silenciados, las mujeres y todas las disidencias nos organizamos y lo hemos demostrado.  En este momento más que nunca nos encontramos como humanidad en la necesidad de pensar nuevas estrategias de solidaridad colectiva. Hoy ponemos en acción la empatía que profesamos y no miramos al costado ante los reclamos de los sectores mas afectados. Una vez más gritamos lo personal es político, porque esta pandemia nos afecta de una manera particular y no hay cuarentena ni distanciamiento social que pueda pararnos. 

Juntas y organizadas.

Cambiándolo todo.

En todo el mundo. 

Publicación original Mayo 2020 para Pressenza Argentina.
Ultima edición Julio 2025.

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